De acuerdo con el avance elaborado por Instituto Italiano de Estadística Agroalimentaria (ISMEA), a partir de datos preliminares del Consejo Oleícola Internacional (COI) y de la propia Comisión Europea, la producción mundial de aceite de oliva de la campaña 2024/25, que se inició oficialmente el pasado 1 de octubre podría aumentar un 23% y en unas 588.000 toneladas con respecto a la anterior, que se quedó en apenas 2,51 millones.
De esta manera, habría oferta suficiente para atender la demanda de consumo mundial, teniendo en cuenta que se prevé un descenso de los precios en origen y destino por la mayor producción, volviendo a los niveles de entre 3-3,1 millones de toneladas de las campañas anteriores.
Este incremento será debido a la mejora de las previsiones de cosecha de aceituna de almazara en la mayor parte de los principales países productores, como España, Turquía, Túnez y Grecia, mientras que Italia volvería a ser adelantada, según estas previsiones no solo por el país heleno, sino también por países productores terceros, como Turquía y Túnez que tienen cada vez un mayor protagonismo en el mercado mundial.
Por principales países, España podría obtener 1,35 millones de toneladas, con un incremento del 58,3% y de casi medio millón de toneladas respecto a la muy baja cosecha (853.000 t) de la anterior campaña 2023/24. Por el momento, esta es una cifra más optimista y superior a la estimada (1,26 Mt) por el Ministerio de Agricultura en la semana anterior con datos aforados de las CC.AA. productoras.
En todo caso, nuestro país obtendría un 43,5% de toda la producción oleícola mundial, de acuerdo con los datos avanzados por el ISMEA italiano.
Turquía al alza
Como segundo productor mundial se situaría en la campaña 2024/25, Turquía, con 340.000 toneladas, superando a Túnez, y constituyéndose como uno de los principales productores del mundo y con tendencia al alza. Su producción aumentaría un 61,9% y en 130.000 toneladas con respecto a la campaña pasada.
En tercer lugar, estaría Túnez, el principal abastecedor del mercado comunitario, gracias a su acuerdo comercial con la UE de Tráfico de Perfeccionamiento Activo (TPA), que permite exportar sin aranceles materia prima (aceite de oliva a granel) para su transformación y envasado en la Unión siempre que luego ese producto se exporte hacia otros países terceros.
El país magrebí obtendría unas 315.000 toneladas de aceite de oliva, un 57,5% y 115.000 t más que la floja cosecha de la campaña anterior, muy afectada por la sequía y la vecería del olivar norteafricano.
Como hemos comentado, Grecia volvería a pasar en el ranking de producción a Italia al recuperar su potencial productor, hasta las 224.000 t, un 61,3% y 95.000 toneladas más que en 2023/24, gracias a la mejora de su meteorología en los meses cruciales para el olivar.
La excepción en la UE sería, una vez más, el país transalpino, donde el ISMEA prevé apenas 224.000 toneladas de aceite de oliva, un 32% y 104.000 t menos que en 2023/24, un volumen que obedece a más factores que a la alternancia normal (vecería) del cultivo y a incidencias meteorológicos, que también.
Por último, la vecina Portugal podría mejorar ligeramente su producción oleícola, elevándola hasta las 160.000 toneladas, un 1,3% y 2.000 t más, un volumen que en una parte importante acabará abasteciendo el mercado español, dado que el país luso es uno de nuestros principales suministradores de este producto.