Castilla-La Mancha ha cerrado la campaña olivarera con una producción sin precedentes: 145.421 toneladas de aceite de oliva hasta el 31 de marzo. Esta cifra representa un 33,8% más que la campaña anterior y un 118% más que hace dos años, consolidando así una tendencia de crecimiento extraordinaria.
La región se sitúa un 37% por encima de la media de producción de la última década, reafirmando la importancia estratégica del sector del olivar en el panorama agroalimentario castellano-manchego. Con 460.000 hectáreas dedicadas al cultivo del olivo, se posiciona como el primer cultivo leñoso en la región y uno de los pilares fundamentales del sector primario.
El éxito de esta campaña se atribuye, entre otros factores, al fuerte arraigo de la tradición olivarera, la tecnología avanzada en las almazaras, y el compromiso de los profesionales tanto en el campo como en la transformación del producto.
Gracias a estos resultados, Castilla-La Mancha se consolida como la tercera región productora de aceite de oliva del mundo y este producto se convierte en el tercer más exportado del sector agroalimentario regional, destacando su impacto a nivel global.
Sentido Común Internet
Agrifood Comunicación
Solo disponible accediendo desde Safari