El aceite de oliva es clave en la Dieta Mediterránea y un motor económico para determinados países y zonas del arco mediterráneo, aunque cada vez más se está cultivando este árbol milenario en otros continentes de otras latitudes muy lejanas a las nuestras.
En un mundo donde la Inteligencia Artificial (IA) juega un papel cada vez más relevante en todos los ámbitos productivos, desde el Olive Oil World Congress (OOWC) hemos recurrido a Chat GPT para conocer cuál es la imagen que existe en el mundo virtual sobre el sector del aceite de oliva a nivel internacional y contrastarlo con lo que todos los operadores del sector pensamos.
Para los jóvenes y no tan jóvenes de todo el mundo que busquen en Internet, según Chat GPT “el aceite de oliva es fundamental en la industria agroalimentaria mundial, reconocido tanto por su valor culinario como por sus beneficios para la salud. El sector, dominado históricamente por la región mediterránea, ha experimentado un crecimiento global, con la expansión de la producción en países como Estados Unidos, Australia y América Latina. Actualmente, la demanda sigue aumentando, impulsada por un mayor interés en dietas saludables y sostenibles. No obstante, el sector enfrenta desafíos significativos, como la volatilidad de precios, la adaptación al cambio climático y la necesidad de garantizar prácticas sostenibles”.
Esta podría ser una imagen real de sector del olivar y del aceite de oliva en el mundo, pero hemos querido ir un poco más allá y avanzar en sus posibilidades culinarias. Para la IA, con respecto a su uso en la gastronomía, “el aceite de oliva es ampliamente reconocida como una de las grasas más saludables del mundo, desempeñando un papel clave en la prevención de enfermedades cardiovasculares, la reducción del colesterol LDL y el combate contra la inflamación. Estos beneficios lo han posicionado como un elemento esencial en dietas saludables, como la Dieta Mediterránea. En la gastronomía global, el aceite de oliva no es solo un ingrediente, sino un símbolo de calidad y tradición culinaria. Su versatilidad lo convierte en un componente imprescindible, chefs de todo el mundo lo utilizan para realzar sabores y texturas. Su capacidad para complementar tanto platos lo ha consolidado como un referente de excelencia”.
En cuanto a las principales fortalezas del sector oleícola, así como las posibles mejoras que pueden necesitarse, Chat GPT ha respondido que "el sector destaca por su compromiso con la calidad y la innovación. La producción global ha adoptado estándares cada vez más estrictos para garantizar productos puros y saludables, fomentando denominaciones de origen y certificaciones de calidad. Además, el interés por el aceite de oliva ha impulsado la investigación sobre sus beneficios para la salud, fortaleciendo su posicionamiento en el mercado internacional. También es notable la diversificación geográfica, que ha reducido la dependencia de las regiones tradicionales y ha llevado esta industria a nuevas fronteras. En este contexto, la búsqueda de nuevas variedades de olivares juega un papel fundamental al mejorar la resistencia al cambio climático y aumentar la competitividad, garantizando una producción más sostenible y eficiente sin comprometer la calidad del producto”. Y que “a pesar de sus fortalezas, el sector se enfrenta desafíos importantes. La sostenibilidad sigue siendo una asignatura pendiente, especialmente en lo que respecta al uso eficiente del agua y la gestión de residuos. La volatilidad de los precios y la competencia con otros aceites vegetales más económicos también representan un reto. Además, es crucial intensificar los esfuerzos en la lucha contra el fraude y la adulteración, que afectan la reputación del producto. Finalmente, el sector debe mejorar su capacidad para adaptarse a los efectos del cambio climático”.
Todos estos retos solo pueden abordarse con uso de tecnologías e innovación. Por este motivo hemos querido saber cómo ve el mundo al sector del olivar y del aceite de oliva, a lo que la Inteligencia Artificial nos ha contestado que “el sector ha comenzado a implementar tecnologías avanzadas, tanto en el cultivo, con el desarrollo de las agriculturas de precisión y regenerativa, y de la digitalización (sensorización, robótica, fertilización sostenible…), así como en los procesos de extracción y transformación del producto en las almazaras (controles analíticos y de calidad, filtración, fermentación, caracterización química y organoléptica, gestión de subproductos...), y en la comercialización del producto (trazabilidad, blockchain, código QR…etc.). Todas estas innovaciones prácticas pueden mejorar la eficiencia y reducir el impacto ambiental, lo que posiciona al sector en la vanguardia de la modernización agrícola y agroalimentaria”.
Como conclusión, Chat GPT finaliza indicando que “el sector del aceite de oliva está en expansión, reconocido globalmente por sus beneficios para la salud y su relevancia en la gastronomía. Sus fortalezas incluyen la innovación tecnológica, la calidad y la diversificación geográfica, lo que le ha permitido crecer a nivel internacional. No obstante, se enfrenta retos como la sostenibilidad, el cambio climático y la educación del consumidor. Para seguir prosperando, será clave abordar estos desafíos, promover la colaboración internacional y diversificar productos, asegurando su competitividad y sostenibilidad en el futuro”.
En definitiva, la IA considera que el sector del aceite de oliva es un sector sólido y bien consolidado, reconocido internacionalmente por su calidad y por los numerosos beneficios que aporta. Además, destaca que, en un mundo cada vez más enfocado en la innovación y el desarrollo sostenible, el sector ha sabido mantenerse actualizado y competitivo. Sin embargo, subraya la necesidad de buscar soluciones ante las cambiantes condiciones climáticas y de seguir trabajando por la transparencia en los productos, así como por reforzar su posición frente a la competencia en el mercado global.
Por el contrario, la IA no presta demasiada relevancia a ciertos ámbitos que son también claves actualmente para el sector oleícola, como son el reto demográfico (el papel socioeconómico que juega en el mantenimiento de la población en el medio rural, sobre todo de jóvenes, que vean atractivo y rentable incorporarse a este sector); la gestión y evolución de los envases (salvaguarda de la calidad del producto y su reciclado -economía circular-), y la necesidad de expansión de esta grasa vegetal saludable a nuevos mercados potenciales, puesto que solo representa un 2% - 3% del consumo mundial de grasas.